lunes, 20 de agosto de 2012

Sobre la oración

Mis pensamientos respuesta a A. Alcaide del 20 de abril En cuanto a lo de la oración, estoy contigo. La oración es el silencio, es el sentimiento de pobreza, es el sentirse abrumado por la realidad, es vivir a flor de piel el dolor de todos, es alucinar con el corazón lleno de gozo de las maravillas de la naturaleza, de la vida y de las personas...Es en definitiva el estremecimiento interior, el conmoverse la entrañas, es el sentimiento de piedad y de misericordia, de respeto y ternura que se despierta en el corazón abierto. Es estar en medio de la vida, como quien "no deja pasar nada desapercibidamente"; es la apertura permanente al misterio y la consciencia de la ignorancia y la impotencia... Es, si quieres la eterna espera y la eterna búsqueda que nunca alcanza su objetivo. Es "Adónde te escondiste, Amado, y me dejaste con gemido, salí tras ti clamando... y eras ido" Nadie tiene un acercamiento a Dios por una pretensión meditativa, ni por la auto concentración. O probablemente esa sea la forma más engañosa de “contactar” con Dios. A Dios siempre se le descubre y se le ve a través de los rostros ajenos, a través de la bondad del otro, de su capacidad de entrega, se su sencillez y su generosidad. Etc. Entonces emerge la luz que nos revela el misterio de Dios y seguramente no a Dios mismo, sino la epifanía y la manifestación de Dios a través del corazón, la caricia y la sonrisa del otro. Así se lo daba yo a entender a veces al sacristán del Carmen. "Aquel que te redimió de tus cadenas era otro hombre de carne y hueso como tú transido por el amor que es Dios como fuente de donde mana toda energía y bondad.

Matrix, Wikileaks, Assance y Falciani.

Vuelvo al camino. Wikileaks ya me dio pie a una columna hace ya bastantes meses. Pero digo que vuelvo al camino, porque vuelvo a las andadas, ampliando el asunto. Si alguien que denuncia a un criminal o da pistas a la policía para desentrañar un grave delito debiera ser considerado un eficiente colaborador de la justicia, (y, según a lo que se arriesga, un héroe) no es así cuando los que quedan en evidencia son los poderosos o los adinerados, que tras esos informes aparecen como ladrones, farsantes, maleantes, defraudadores y en último término delincuentes cuyas tramas y cuyas acciones van en perjuicio de la inmensa mayoría. El hecho es que la puesta al descubierto de los datos de unas 130.000 cuentas en un banco suizo, ha provocado un terremoto en Francia, en Italia y en España de donde procedían gran parte de los titulares de dichas cuentas. Y también en Suiza que considera a Falciani, - el empleado del Banco HSBC que ha permitido que se conozcan esas cuentas opacas, escondidas y trampeadas- un delincuente y como a tal ha cursado una orden internacional de búsqueda y captura. El HSBC se ampara en el secreto bancario, que no puede ser otra cosa que una artimaña que sirve de tapadera para encubrir a los que blanquean dinero, a los estafadores, mercaderes de armas o cualquier cosa, vaya o no vaya más allá de la ética más elemental, que sí va, como demuestra< que tanto Francia, como España e incluso Estados Unidos, ya hayan reclamado la utilización delictiva y fraudulenta de los dineros depositados en esas cuentas. Las declaraciones del propio Falciani: “Los bancos privados –no sé si se refiere a los de Suiza o en general- no están sujetos a ningún control y violan las leyes internacionales” y añade a continuación: “No es posible seguir los flujos de dinero y existe un sistema a escala industrial que usa las sociedades pantalla para esconder el dinero al fisco en paraísos fiscales”. Según informes de una investigación periodística fiable, don Emilio Botín –concedamos ponerle el don por delante para que destaque más la incongruencia-, y su hija Ana Patricia se cuentan entre los defraudadores. Lo que Botín ha debido reintegrar a la Agencia Tributaria como dinero defraudado han sido 200 millones de euros (póngase a título de ejemplo, en comparación con los carros de la compra “robados” por el Sindicato Andaluz de Trabajadores) Todo es cuestión de robar con “estilo” y utilizando los medios “adecuados”. Si el señor Botín escamotea de ese modo recursos a las Arcas del estado, cualquiera puede considerarse autorizado para hacer otro tanto. Pero esa prerrogativa es exclusiva de los que tienen mucho no de aquellos que en su nómina ya adelantan al Estado, sin intereses, parte de sus propios salarios. ¡Que vergüenza! Pero bueno este es un caso. La realidad es que salen a la luz, desde la opacidad y la ocultación, 6.000 millones de Euros de cuentas españolas, y eso en el HSBC (nada menos que 3.000 cuentas). Pero… ¿Y los otros bancos suizos, y Andorra y Gibraltar y los cientos de paraísos fiscales intocables para las autoridades gubernamentales de medio mundo? ¿Quiénes no estarían en un listado de cuentas de todos los paraísos fiscales, cuando ningún gobierno del mundo da un paso adelante para denunciar estos espacios exentos de la justicia, de la honestidad y de la ética más elemental en un planeta tan perversamente manejado por el poder del dinero y con lacerantes desigualdades? Y en esta clara, aparece de nuevo Wikileaks, Julian Assance, también reclamado por la justicia, en este caso por Suecia, pero cuyo delito sobre todo para los Estados Unidos es haber sacado a la luz los tejemanejes de los poderosos para manipular el mundo y hacer que todo coopere a sus propios intereses. Es normal que nadie quiera que le saquen los trapos sucios, pero cuando esos “trapos” condicionan el bienestar del planeta, el justo reparto de las riquezas y la libertad de los estados, respecto de USA; cuando se quieren tapar operaciones sucias y actuaciones descaradamente delictivas e injustas. Cuando el espionaje no es para el bien o para tener una buena información sino para entrometerse, incluso con armas y manejando falazmente la opinión pública con engaños y mentiras, entonces, ellos, claro está, lo tildan de delito, incluso castigado con pena de muerte. Tendríamos que contar con más héroes locos que, aunque con sus luces y sus sombras, saquen a la luz lo que está oculto, eso que una columnista calificaba de “obceno” (fuera de la escena) es decir en la rebotica, lo que se cuece a espaldas de todos. Gracias pues a los que destapan la olla en donde se cuecen tantas injusticias y donde se escamotean tantos alimentos a la humanidad manipulando los precios en el mercado de todo lo que puede se manipulado, alterando el valor de todo y siempre para beneficio de unos pocos y ahondando el abismo entre ricos y pobres, que parece ser el deporte preferido de las grandes corporaciones comerciales y financieras. Gracias a quienes como Assance o Falciani –que ahora les toca estar en el candelero informativo- como a todos los que trabajan en des-velar los entresijos que encierra el sistema que tan bien queda definido mediante la parábola de “Matrix”. Véase en la Web “Cazador de millonarios”

domingo, 5 de agosto de 2012

La Iglesia ¿perseguida?

Ya va siendo hora de que la Iglesia católica deje de considerarse a sí misma el objetivo de todas las perversidades, persecuciones, denigración, desprecio y va siendo hora de que considere que su verdad no es toda la verdad y ni la única verdad, y ni porque tenga su origen en la sagrada escritura, tenga la potestad de ser árbitro de todos los conflictos, accediendo todo el mundo a concederle inexcusablemente la razón. Tal error ha llevado a la iglesia durante siglos a establecer unilateralmente las verdades morales, éticas, científicas y naturales, considerando que las demás teorías o percepciones son la pura falsedad, viéndose en el derecho de anatematizar a los –según ella- equivocados, o lo que es peor, a mandarlos a la hoguera, al infierno y condenándolos ante la sociedad como “herejes”. Y no hace falta hacer mucha historia ni volver la mirada al pasado. Ya va siendo hora de que cambie de chic. Pero por el contrario, la jerarquía eclesiástica parece crecerse cuando menos beligerante se es con ella, porque además mantiene la mala costumbre de acusar, a quienes tienen la osadía de pensar de otra manera, de criticar honestamente maneras antievangélicas o de matizar sus dogmatismos ultramontanos, -de acusar, repito- de no amar a la iglesia. Esto me recuerda las palabras de una estudiante de Bachilerato: “¡Es increíble! -decía-Para no aceptar que el sistema educativo está enfermo, nos hacen creer que los enfermos somos nosotros”. (Elena Noëlle). O este otro: “no nos enseñan a pensar por nosotros mismos; nos dan respuestas prefabricadas. Tener ideas propias está penalizado”. (Guillem Sánchez) Si no se hubiera equivocado nunca, yo me concedería a mí mismo el beneficio de la duda, pero la evidencia histórica es tal que nadie debe llamarse a engaño y menos la iglesia misma. Porque yo me pregunto muchas veces, ¿qué tienen que ver el amor al oro, la plata, la ostentación los ornamentos litúrgicos dorados, las custodias de lujo para alojar al más humilde de los hijos de los hombre –y de Dios- por cierto?: ¿Qué tienen que ver los vasos sagrados de oro, candelabros de plata, tronos, palios, ornamentos, báculos y mitras exuberantes y barrocas, ante la desnudez del que nació en un pesebre y del que murió en una cruz, del que predicó benditos a los pobres , el que anunció que “los publicanos y las prostitutas se os adelantan en el reino de los cielos” ¿En qué quedamos? Cea-Naharro, teóloga y presidenta de la Asociación para el Diálogo Interreligioso de Madrid, escribe: “Millones de personas no oyen de los obispos palabras contra quienes les quitan la casa, el trabajo, las ganas de vivir. Peor aún, cuando colectivos cristianos alzan su voz para denunciar la situación económica que causa la fuerte crisis social, la jerarquía los amordaza o desprestigia. Pero el presidente de la Conferencia Episcopal sí se atreve a pedir “espíritu de sacrificio” para afrontar las reformas necesarias” y a arrojar del tempo no a los mercaderes, sino a los pobres deshauciados de sus viviendas, usasndo además las fuerzas del orden civiles.
Tampoco se le ha oído una palabra para arrepentirse del mal ejemplo dado por Cajasur (eclesiásticos y políticos) o para denunciar la deshonesta usura, la avaricia de los ricos que ha arruinado bancos empresas y a pequeños inversores. Ni una palabra. Pero qué casualidad, se siente perseguida, reclama la libertad religiosa y sigue mostrando a ultranza su intransigencia en asuntos que resultan como mínimo tristes. Por ejemplo, qué pronto han reaccionado ante la idea de tener que pagar el IBI de muchas de sus propiedades. No he visto a gente de iglesia aparecer por un pleno municipal cuando se ha hablado de la precariedad laboral, de la economía sumergida, de los desahucios a los pobres, o de otros asuntos de interés social, pero ante la posibilidad de que perdieran un privilegio, sí que enviaron una “delegación” como aquella que preguntó a Jesús: ¿Es lícito pagar el tributo al César? Lamento de verdad ´-siempre lo digo, y lo digo sinceramente- tener que hablar de la Iglesia, pero la sinceridad, y la conciencia me obligan. Los cristianos somos seguidores (aunque sea de lejos) de Jesús de Nazaret, que aunque fuera exaltado como “Señor”, nunca ha dejado de predicar el servicio, nunca exigió que se arrodillaran ante él sino que él se arrodilló ante sus discípulos para enseñarles que no es el discípulo más que su maestro, ni el criado más que su amo. El que se abajó hasta hacerse como uno de tantos… ¿Necesita que nosotros lo exaltemos sobre los tronos del oro plata y lo rodeemos de tesoros de valor material? Atesorad en el cielo donde el orín y la polilla no roen ni destrozan. Y oigan, que no somos ciegos. Sabemos de sobra lo que hacen los cristianos en bien de los desfavorecidos. Conocemos a cientos de creyentes en las fronteras del dolor humano, de la pobreza, del hambre, entre los refugiados, y los leprosos… Pero no cabe el chantaje para justificar lo que siempre cabe reinterpretar sin aspavientos a la luz de las palabras de aquel pobre que fue Jesús de Nazaret.

En defensa de la dimensión humana de lo accesible

A veces pienso que hemos montado un tinglado demasiado complicado con esto de las religiones, de manera que, sin apartarme de una fe simple, estoy casi seguro de que el hombre (el ser humano) ha ido “creando” a sus dioses a partir de reflexiones muy elementales, y dioses tales que sirven para resolver al menos interiormente sus interrogantes, su sufrimientos, sus luchas, sus tragedias cotidianas y hasta la muerte misma.. Creo que a Dios, esa hipótesis existencialmente necesaria, le demos el nombre que le demos, es, en principio, ese infinito potencial de Energía y Vida que fluye en una creación interactuante, mediante un largo proceso de complejificación de la estructura de la materia, que va desarrollando pequeños materiales de vida que se atraen, se hacen cada vez más complejos y se muestran en multiplicidad de formas y estructuras de vida, que –a su vez- se preparan para convertirse en materia inteligente, ya sea que esta capacidad reflexiva e introspectiva haya brotado como culmen del proceso mismo de enriquecimiento molecular, o que este proceso no haya sido si no la base y la estructura necesaria para recibir un especial impulso desde el centro mismo de la Fuente de Energía de la que todo parte. Esta nueva manera de ver y sentir inteligente: (leer dentro e interiorizar la lectura exterior de los sentidos) se va asumiendo paulatinamente como una maravilla nueva y distinta de todo lo demás. Este ser inteligente, sensiente, semoviente e indagador, crece en grupo como los demás mamíferos y primates y sus preguntas pueden ser sencillas: ¿Cómo es que existe o pre-existe esta maravilla de creación, de mundo, de sol, luna cielos, lluvias, vegetales, animales… y cómo es que existo yo? ¿Qué fuerza, poder o realidad subyace a esta compleja obra de arte viva y permanente…? ¿Y cómo ha podido llegar a ser sino con el concurso de una voluntad o una energía que lo dirige desde dentro? Y ¿quién o qué es? ¿Cómo puedo saberlo, descubrirlo o imaginarlo? Cómo esa energía emerge de tan diversas formas, hasta ser considerada cada una de ellas un “dios”, es decir un ser superioor que la suscita: Así el viento, el sol, la luz, el mar, la lluvia, el misterio del crecimiento de las plantas, el fluir del agua, los bosques inmensos e impenetrables. Y el ser humano se experimenta a sí mismo con un “alma” con un soplo interior y en consecuencia todo lo que existe y vive tiene un “alma” y demiurgo… y los dioses fluyen solamente allí donde hay seres humanos que los piensan, los imaginan, los sueñan. El hombre, Intus-legente, penetra en el hondón o en el pozo de su conciencia hasta descubrir que, de alguna manera, aquello que el piensa que le transciende y/o que efectivamente le trasciende, sólo puede entrar en comunión con él y el con Ello a través de ese ahondar en el propio ser. En consecuencia Dios no es algo de lo que existe, si no algo que subsiste y subyace a todo y que sólo puede comunicarse a través de la línea inteligente de lo que él mismo creó e impulsó. Por eso “revelación” no puede ser sino el hombre y Dios conectados desde el pozo interior, tratando de entenderse y sugerirse. Por eso incluso toda acción divina no es posible –salvo el proceso natural que es pro-vidente –sin el concurso de este ser inteligente convertido en instrumentote o en cauce del agua inagotable de aquella Fuente Primera. Al final los actos humanos-humanos son la expresión humana del Dios perdón, misericordia, compasión, amor, bendición, empatía. Y se pone de manifiesto a través del hombre (ser humano), la persona que compadece, ama, bendice, empatiza, es solidario, desprende paz, etc. La maldad humana no es sino la desconexión, la ruptura con ese fondo humano-divino que nos llena y haberlo dejado invadir por unas realidades que destrozan, deshumanizan y destruyen la armonía. San Calixto. Septiembre 2011