martes, 25 de agosto de 2009

Capítulo apócrifo de El Principito

El Principito recordaba de su anterior viaje al planeta Tierra que todos los caminos conducen a las moradas de los hombres, y siguió tranquilamente un sendero.
El sendero estaba bordeado por árboles y abundaban los arbustos; no lejos de allí se oía la música del agua de un arroyo.
Es verdaderamente bello este paisaje, -dijo para sí el principito,- y continuó su camino.
Pero el sendero quedó cortado de pronto, por un inmenso rollo de alambre de espino, imposible de cruzar. Había sido anclado al suelo mediante estacas.. Intentó tocarlo, pero se hizo daño con sus púas, (y recordó a su rosa).
En silencio se preguntó qué podía significar aquello, y comenzó a rodear la extraña valla de alambre. De pronto alguien gritó:
-jAlto!
El Principito se detuvo y observó cómo se acercaba un hombre tocado con un casco de acero, empuñando un arma enorme y con un vestido parcheado de colores verdes y marrones.
-¡Buenos días! -dijo el principito, que jamás hablaba sin antes pronunciar este saludo.
-¡Buenos días! -respondió el soldado-, ¿Qué buscas aquí ?
.Busco amigos,- respondió nuestro hombrecito que no sintió miedo en ningún momento - pero el camino se ha cortado y por eso rodeo la alambrada... ¿Qué significan esas espinas? (Y recordó de nuevo a su rosa)
-Es un campo de minas -dijo el soldado -, y por eso está protegido.
-¿Minas ?.. ¿Sacan oro?
-No son esa clase de minas, -aclaró el soldado. ¿No eres de aquí?
-¿Qué minas son? , -insistió el principito nada contento con que le respondieran con otra pregunta- y ¿por qué está protegido el campo?
-Son peligrosas, -respondió un tanto impaciente el soldado -.Muchos niños y niñas han quedado mutilados por ellas y andan cojos, mancos o deformes.
-Pero ¿qué son esas minas?, ¿Qué hacen ahí si son peligrosas i.
-Son como juguetes explosivos. Si los pisas o los tocas, estallan y hacen mucho daño. Las pusieron ahí para la guerra.
-¿Es que estáis en guerra?, (su cara se entristeció).
-No. La guerra acabó, pero ahora muchos campos están llenos de esas minas y nadie se atreve a cultivarlos...
-Yo vi, en otra ocasión una tierra cultivada de rosas. ¿No se pueden plantar rosas?
-No. Ni rosas, ni trigo, ni maíz, ni soja, ni arroz. Esos campos están inutilizados mientras mucha gente pasa hambre..
El soldado parecía indignado cuando decía estas palabras al principito, y comenzó a mirar con ternura a aquel extraño hombrecillo..
-Entonces, .insistió el principito -¿para qué pusieron esos artefactos tan peligrosos?
-Había que evitar que pasara el enemigo.
El Principito calló un rato, mientras pensaba: "Estos hombres deben estar locos. Se matan con las armas en la guerra y se condenan al hambre en los tiempos de paz".
Miró a su alrededor y dijo para sí: "Verdaderamente la Tierra es bella, pero los seres humanos que la habitan no están bien de la cabeza y bastante peor del corazón". Luego dijo:
.jAdiós !
Y siguió rodeando en silencio la alambrada de espinos.
Una lágrima escapó de sus ojos cuando vio acercarse desde lejos a un niño que caminaba con muletas.
Cuando el niño llegó hasta el principito, este pequeño y extraño hombrecillo, venido del espacio, lloraba amargamente.

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