sábado, 26 de octubre de 2013
Tres superhombres cargados de limitaciones
He de aclarar que estas palabra se enmarcan en la presentación del libro “Guardianes de lo humano”, que se celebró en Fuente Palmera el 24 de octubre pasado. En él Miguel Luque y Mari Lola cuantan cómo asumieron y vivieron el hecho de que sus tres hijos pasaron por el síndrome de Wolfran, muriendo entre los 30 y los cuarenta años, ciegos, en parte también sordos y con su salud altamente deteriorada. Eso aclarado para lo que no siguieron el acto, leí lo que sigue como mejor pude:
Comenzaré hablando de esta palabra que descubrí no hace tanto
Resiliencia. RAE 1. f. Psicol. Capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas.
Quizá haya que hablar de esta palabra que se ha difundido recientemente y se ha hecho familiar en la toma de decisiones cuando las cosas y la realidad obligan a elegir una opción entre: Rendirse o resistir, soportar o acoger, el aguante o la resiliencia.
La paciencia y la abnegación siempre han tenido un cartel negativo. Ser paciente o abnegado se vinculaba a la capacidad para soportar algo, sobre todo un mal o una desgracia; ser paciente se entendía de aquella persona que sobrellevaba de forma admirable una situación dolorosa, triste, o una separación inevitable.
Ser paciente se ha vinculado siempre a algo pasivo, (sufrir con paciencia las flaquezas de nuestro prójimo decía el catecismo como una de las obras de misericordia).
Pero es necesario cambiar esa concepción por la que el ser humano se rinde, se somete, se doblega, se deja aplastar por las situaciones, sean éstas las que fueren. No se trata de cargar con algo sino de hacerse cargo.
La paciencia no es debilidad, sino fortaleza,
No es aguantarse sino sostenerse.
No es desesperación, sino esperanza,
no es cobardía sino audacia,
no es pasividad, sino acción,
No es ab-negación sino re-afirmación
no es cruzarse de brazos, sino trabajar con serenidad,
no es echarse a dormir sino estar vigilante,
no es resignación, sino resistencia;
no es una forma de ir tirando, sino una forma de seguir luchando, cargándose de razón.
No es cargar nuestra cruz sin renegar, sino hacernos cargo de nuestra vida cargándonos de fuerza, optimismo y fortaleza.
Miguel ha escrito el libro, pero los protagonistas de su vida han sido sus hijos, y a ellos sobre todo voy a referirme en lo que sigue:
Cuando murió David, yo intente dejar en un breve poema, cuál era la filosofía con la que se sustentaba la lucha de este muchacho que había roto con todos los aspectos de su limitación como si ni siquiera existiesen. Su forma de lucha la había mamado en la familia, en la casa, en las actitudes de Mari Lola y Miguel
Inválidos,
minusválidos,
discapacitados,
disminuidos,
invidentes,
paralíticos.
Todas las palabras caen
al fondo del abismo
del lenguaje social y socializante,
compasivo y misericordioso,
piadoso y caritativo…
ante un hombre como David,
ante una personalidad superior
que se salta todos los apelativos,
para transformarlos y extrapolarlos:
inválido por valioso,
minusválido por extraordinario,
discapacitado por capaz y valiosísimo;
disminuido por elevado y superior,
invidente por iluminado,
ciego por alumbrador de caminos,
paralítico por activista apasionado.
El supo poner notas y música
a la prosa absurda de la vida.
El supo poner notas de humor
a la monótona rutina
del dolor de los días.
Él supo luchar por todo aquello
que muchos, capaces,
válidos, enteros y videntes,
andan dudando, acobardados,
y acaban aceptando, en silencio,
su falta total de compromiso con la vida,
su falta de compromiso
con las mil causas en las que David
puso su potente mirada
la Luz de sus sueños.
Las causas por las que él,
sabedor de que la luz existe
más allá de los ojos,
convirtió en utopía
los sueños del hombre,
los horizontes y proyectos del hombre,
las ilusiones rotas
de todos los hombres.
Él luchó por cambiar
las escaleras por las rampas,
pero nunca quiso aceptar el problema
reducido a barreras arquitectónicas,
El colocó en el objetivo de su lucha
toda las barreras:
las separaciones,
las fronteras,
las desigualdades,
los muros,
las alambradas
y los prejuicios;
Las ideas miserables
y los fanatismos.
El soñó sencillamente
cortar las alambradas
para dejar abiertos los caminos.
El soñó borrar del mapa las fronteras
para fundir las razas y los hombres.
Y se ha ido, ¡lástima!, cantando
Su propia canción:
“El planeta para el que naciste
aún no existe”.
31 de octubre 2007
.
A la muerte de Dani, esta vez, no pude acompañar a Mari Lola y Miguel en esta despedida, les mandé unas palabras que descubren también cómo era este Dani, místico y sublime:
“24 de junio de 2008.
Queridos Miguel y Mari Lola, querido Iván:
Tarde me llegó la noticia del fallecimiento de Dani. Bien es verdad que el que me enterara antes o después nada podía cambiar el hecho mismo de su partida.
En la última y precipitada visita que os hice tras la muerte de David, me quedé con el recuerdo de su despertar, tras su siesta, para la dosis de insulina, preguntando si era de día o de noche y qué hora era.
Espero que cuando haya aterrizado en la eternidad se habrá olvidado de preguntar las horas, se habrán abierto sus ojos, y no preguntará jamás cuando será de noche.
Me acordé de sus “Historias de Dani” y supe que los protagonistas de sus cuentos llevaban nombres falsos y que siempre era Dani quien acababa poniendo el contrapunto a la desesperanza, a la injusticia, a la oscuridad o la mentira.
La historia 11ª definitivamente toma a Dani, ahora sí, como Protagonista.
Epílogo de la 11ª Historia de Dani
Desde el encuentro con el monje que le indicó el camino interior por donde los seres humanos se encuentran con todos los desafíos de la vida, Dani lo siguió sin desfallecer, afrontando todos los retos que se le presentaron, asumiendo los riesgos, amando con desinterés, tratando con delicadeza cuanto le salía al paso y aceptando como regalo todos los acontecimientos buenos y malos.
Fue largo –aunque breve- el camino. Finalmente tras cruzar tantos bosques de frescor, beber en las fuentes del amor, sentir el calor del afecto, experimentar la ternura de los seres más cercanos, sintiendo su cuerpo como una casa desmoronándose lentamente, pero oteando el horizonte de su ser interior, (recompuesto siempre y fortalecido por la esperanza) atisbó, finalmente, un ser de luz que le envolvió en una luminaria brillante, y sobre todo le inundó de paz.
-Soy tu ser interior, tu espíritu, soy Dios, le dijo.
Y Dani sintió una paz inmensa, una felicidad que le desbordaba.
Los dos se dieron un abrazo y se fueron caminando juntos por el sendero de la eternidad… Así continuó Dani hasta sumergirse en el inmenso Océano del que empezaba ya a sentirse, luminoso y brillante, como una gota gemela de Dios.
Finalmente se nos fue y se les fue Iván. 9 de abril de 2009
Creo que por la razón que fuere no estuve tampoco compartiendo con ellos esta despedida. Aunque si intenté ir a la huerta comunitaria donde fueron esparcidas sus cenizas y de las que han brotado no otra cosa que flores del bien. Sí recuerdo que guardé este correo que le puse a Rafa Yuste:
Querido Rafa:
Aunque seguramente te habrá llegado por otros caminos, me han comunicado esta mañana que Iván Luque ha fallecido esta madrugada de jueves a viernes santo. Será incinerado esta tarde, al parecer.
No es una buena noticia para nadie. Supongo que morir en viernes santo, también puede ser una coincidencia simbólica, para gente que ha luchado con un compromiso firme, arrostrando la vida y su penosa circunstancia con enorme vitalidad y optimismo.
Lo siento por Mari Lola y Miguel. En poco tiempo se le han ido los seres queridos que motivaban su entrega diaria y su esperanza contra toda esperanza.
Su fortaleza, me imagino, será como la de las raíces que han sustentado estas tres hermosas ramas llenas de fruto: Dani, David e Iván que se les han desgajado del tronco, dejándolo ahora en total desnudez, pero con el ánimo, espero, de mantenerse en pie, retando esta nueva y tremenda intemperie.
Una cita: “El bálsamo - decía Octavio Paz- que cicatriza la herida del tiempo se llama religión; el saber que nos lleva a convivir con nuestra herida se llama filosofía” (en La llama doble)
Miguel ( y Mari Lola, más en silencio) siempre han nadado buscando en ambos campos, el de la religión y el del pensamiento filosófico no tanto una luz que le haga “llevadero” el peso de la realidad, cuanto una fuente de donde alimentar su esperanza, su optimismo, su lucha, o por mejor decir la lucha de todos los miembros de la familia.
Y voy a terminar con la segunda acepción de Resiliencia.
2. f. Mec. Capacidad de un material elástico para absorber y almacenar energía de deformación.
¿para qué?
…Para reaccionar con fuerza, con toda la energía guardada. Esa es la verdadera opción que nos propone Miguel: sentirnos unidos y solidarizarnos para ser de verdad Guardianes de lo auténticamente humano.
Gracias por este pequeño compendio de vuestras vida, Gracias Miguel, Gracias Mari Lola y –espero nos estén mirando con los ojos del corazón-
Gracias, Dani, Gracias David, Gracias, Iván.
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