sábado, 9 de octubre de 2010

John Lennon y la decadencia del compromiso.

El futuro no es lo que era

Ya nadie quiere señalarse, arriesgar, meterse en camisa de once varas. Ya es difícil encontrar quien lo dé todo por nada. Ya no se ven esos compromisos nobles mediante los cuales no se conquistaban nada más que disgustos y dolores de cabeza, algún palo de la policía y el desprecio más notorio de los de “arriba”.
Tengo la edad que tendría John Lennon. He vivido muchos años y muchos momentos luminosos de nuestra historia reciente, al tiempo que he mantenido los ojos abiertos a las sombras que en ese mismo tiempo nos han visitado.
Pero hoy veo muy empobrecida a nuestra sociedad. La veo conformista, condescendiente, acomodada, dolorosamente sumisa a las consignas que proceden del sistema.
Las estructuras jerárquicas siguen teniendo más peso que la libertad. La actitud de sometimiento no sólo existe en la dogmática de las Iglesias, también en las directrices de arriba de los partidos políticos. Todos los diferentes, los disidentes, los disconformes acaban formando una piña abigarrada y cerrada, quizás vacía de fruto, pero expresiva de la sumisión de la libertad personal a los intereses bastardos de los sistemas.
Todo esto venía a propósito de John Lennon, que cumpliría ahora setenta años.
Es verdad que nuestro cuerpo se deteriora día a día, que envejecemos, “nos vamos poniendo viejos” (decía Serrat), pero el espíritu no debe achicarse, arrugarse y doblegarse con el deterioro del cuerpo. Y hay que seguir proclamando de alguna manera una terrible verdad: Seguimos viviendo bajo el imperio de la mentira y de las medias verdades… Y todo lo que nos comunican los medios nos llega ya mediatizado, filtrado y cernido para que nos haga demasiado daño. Tienen que seguir cuidando nuestra debilidad y nuestra flaqueza.
Si tomáramos el poder, -decía John Lennon- tendríamos la tarea de limpiarlo de burguesía y de mantener a la gente en un estado mental revolucionario.
Pero las mentes están medio apagadas
Paco

2 comentarios:

  1. Hay muchas cosas que han cambiado indudablemente en varias generaciones. Una de ellas, que tiene que ver con lo que mencionas, es la imposición del pensamiento colectivo,la falta de inquietudes individuales, el conformismo como consecuencia de la sobreprotección, como consecuencia, mucho tiempo, de una sociedad que ha malformado un sistema en otro sistema maternal y adormecedor de conciencias.
    Nadie se atreve ni siquiera a pensar en levantar la voz en contra de algo, porque en primer lugar no sabe contra quien tendría que hacerlo; y en segundo lugar da por hecho que está todo perdido. De esa forma lo único que puede hacer es intentar portarse bien dentro del sistema para salir lo mejor parado posible.

    El problema es que el sistema no es eterno, sino que cambia, y el proteccionismo adormecedor se irá.

    Saludos.

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  2. Vamos diciendo "bueno" a tantas cosas
    que nos hubieran puesto en pie de guerra....

    Cocha Lagos

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